Aún voy como una loca por ahí, terminando de preparar este interminable final de curso. Me gustaría poder sentarme más a menudo ahí, contigo, hablándote o jugando a tu lado, hasta caer rendida.
Aún no puede ser, aunque siempre hay un hueco para mimarte, para comerte a mordisquitos y hacerte cosquillas...que sé que te encanta y te gusta, "hormiguitas", como tú las llamas: "Mami, hormiguitas....en el brazo....en la espalda...."
Y sé que eres mosconcilla, y que te encanta que te haga esas "hormigas"...qué tiempo tan feliz estoy viviendo...y tú mi amor, igual.
Quedo citada contigo para escribirte en breve.
Buenas noches, amor.
Tengo un hijo de cuatro años, llamado Cristóbal. Recién descubrí tu blog en mi post para mi tía Abuela Leonor y descubro que tu blog tiene exactament el mismo nombre.
ResponderEliminarAcabo de leer acerca del síndrome de Riley-Day. Suena a malas noticias.
Dios sabe por las cosas sucede, pero definitivamente no creo yo en la casualidad. Mi padre es médico pediatra y entiendo un poquito de medicina, anatomía y esas cosas.
Me gustaría que me platicaras (sólo si tú quieres) un poco acerca de tu hija. Quizás pueda encontrar ayuda.
Saludos.
España-Mexico. Me da curiosidad saber cómo te tropezaste con mi blog...
ResponderEliminarSaludos