miércoles, 21 de octubre de 2009

Rutinas

Cuánto tiempo hace que no escribo. Terminaste finalmente la etapa de infantil. Ahora, ya estás metida de lleno en la dinámica del sistema. Te veo contenta, en tu nuevo cole, y más aún porque estás aprendiendo a leer.
Ahora, de vez en cuando, miras algún texto, algunas palabras escritas e intentas leerlas tu sola. A veces me preguntas "mamá, esta letra cuál es".
Te digo que cuando sepas leer, buscaré un gatito para ti. En realidad, soy yo la que tiene ilusión por un gato, pero de alguna manera te estoy contagiando el deseo de tenerlo.
Has empezado también tus clases de música. El año que viene, elegirás instrumento.
Cuando te pregunto qué quieres tocar de mayor, me dices que el violoncello.
Me gusta que te guste este instrumento, aunque nunca hubiera imaginado que te llamase la atención.
Ahora, disfruto de los días que no tienen altibajos, rutinarios. Un día normal de trabajo, ir a recogerte al cole y preguntarte qué tal te ha ido, qué has hecho, con quién has jugado, ir a comer a casa de la abuela, ir a los columpios, volver a casa.
Nada más. Para mí nada menos.
La rutina es la base de mi felicidad. Esto lo descubrí hace años.
La rutina, la costumbre, lo simple.
Besos, Leonor.

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